Son buenas las saunas y baños de hielos para luchadores?

Son buenas las saunas y baños de hielos para luchadores?

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Índice

  1. ¿Por qué los luchadores buscan estos métodos de recuperación?
  2. ¿Qué es la crioterapia?
  3. Baños de hielo: ¿qué hacen en tu cuerpo?
  4. Saunas: ¿una herramienta real o solo relajación?
  5. Beneficios reales para luchadores
  6. Riesgos y errores comunes
  7. ¿Cuándo deberías (y cuándo no) usarlos?
  8. ¿Por qué los atletas no usaban estos métodos antes?

    Cada vez vemos más en redes sociales a luchadores, atletas y famosos metiéndose en baños de hielo, saunas intensas o cámaras de crioterapia. Pero… ¿es solo una moda o realmente tiene beneficios para quienes entrenan deportes de combate como Jiu Jitsu, Grappling o MMA?

    En este artículo desglosamos lo que dice la ciencia, la experiencia real de atletas y lo que deberías tener en cuenta si estás pensando en incluir alguno de estos métodos en tu rutina de recuperación.

1. ¿Por qué los luchadores buscan estos métodos?

Los deportes de combate como el Jiu Jitsu Brasileño, el Grappling, la lucha libre o el MMA exigen un nivel físico y mental altísimo. No solo se trata de golpear o derribar, sino de soportar semanas enteras de entrenamiento intenso, cargas articulares constantes, golpes, estrés mental y desgaste emocional.

Ahí es donde entran en juego los métodos de recuperación como la crioterapia, los baños de hielo y las saunas. No son solo modas. Son respuestas reales a necesidades reales.

Combatir la inflamación crónica

Después de entrenar, el cuerpo entra en un estado inflamatorio natural. Esto es parte del proceso de adaptación. Pero en deportes de contacto, esa inflamación se multiplica: golpes, torsiones, luxaciones, microlesiones musculares, etc. 

El hielo y la crioterapia ayudan a reducir esa inflamación de forma localizada o general. Esto acelera la recuperación y evita que pequeñas molestias se conviertan en lesiones.

Recuperar tejidos y articulaciones dañadas

Rodillas, hombros, cuello, dedos… son zonas que sufren muchísimo en el día a día del grappling o el Jiu Jitsu. Si no se recuperan bien, se vuelven puntos débiles.

Los baños fríos y la crioterapia aceleran el proceso de reparación al mejorar la circulación sanguínea post-sesión. Las saunas, por su parte, relajan la musculatura profunda y mejoran la movilidad.

Regular el sistema nervioso y reducir el estrés

Pocas cosas cansan tanto como una semana de sparring, drills bajo presión y preparación para competir. No solo te agota físicamente, sino también mentalmente.

  • La exposición al frío activa el sistema nervioso simpático, liberando dopamina, adrenalina y noradrenalina. Esto mejora el estado de ánimo, da claridad mental y ayuda a manejar mejor el estrés.
  • Las saunas, en cambio, estimulan la liberación de endorfinas y ayudan a pasar del modo "pelea" al modo "recuperación".
  • Muchos luchadores las usan para "bajar las revoluciones" y dormir mejor.

Dormir mejor

El sueño es la verdadera medicina del luchador. Pero cuando el cuerpo está muy inflamado, con dolor muscular o tensión mental, dormir bien se vuelve difícil.

Tanto la crioterapia como las saunas han demostrado mejorar la calidad del sueño en atletas de alto rendimiento. Después de una sesión de frío o calor, muchos reportan un sueño más profundo y reparador, lo que impacta directamente en su rendimiento del día siguiente.

Crear una mentalidad más fuerte

Meterse en una bañera con hielo o aguantar 15 minutos de sauna extrema no es solo físico, es mental. Es una incomodidad, el luchador está entrenando su resiliencia.

Aprenden a respirar bajo presión, a manejar la incomodidad con control y a no dejarse dominar por el estrés o el dolor.

Ahora bien, te preguntarás, que es esto de la crioterapia? Te lo explicamos a continuación.

2. ¿Qué es la crioterapia?

La crioterapia es un tratamiento que utiliza el frío extremo para reducir la inflamación, aliviar el dolor muscular y acelerar la recuperación física. Aunque la técnica ha evolucionado mucho, la idea es la misma que cuando aplicas hielo a una lesión, usar el frío como herramienta terapéutica.

Existen diferentes formas de aplicar la crioterapia según la intensidad y el objetivo:

1. Baños de hielo

Es el método más tradicional y accesible.

Se trata de sumergirse en una bañera con agua muy fría (entre 4 °C y 10 °C), durante 3 a 10 minutos. Es muy popular entre luchadores, corredores, ciclistas y atletas de alto rendimiento, ya que, ayuda a desinflamar músculos, reducir el dolor y mejorar la circulación tras entrenamientos intensos.

2. Whole Body Cryotherapy

Este es un tratamiento más moderno y controlado.

Te metes en una cabina especial que te expone a temperaturas entre -110 °C y -160 °C durante 2 a 3 minutos, el frío se genera con nitrógeno líquido y la exposición es muy breve pero intensa. Al salir, el cuerpo entra en un estado de “alerta fisiológica”, y responde con una mejora del flujo sanguíneo, liberación de endorfinas y reducción del dolor.

3. Crioterapia localizada

Ideal para zonas específicas como rodillas, codos, cuello o espalda.

Se aplican dispositivos que emiten aire frío (-30 °C o más) directamente sobre la zona lesionada o inflamada. También se usan bolsas de hielo, spray criogénico o compresas especiales. Y es muy útil para tratar golpes, esguinces o zonas doloridas sin necesidad de frío generalizado.

¿Dónde se puede hacer crioterapia?

En casa: si hablamos de baños de hielo, puedes hacerlos tú mismo en una bañera o cubeta grande. Solo necesitas agua fría, hielo y un cronómetro. Es el método más barato y accesible.

En centros deportivos y spas de recuperación: cada vez más lugares especializados ofrecen crioterapia de cuerpo entero o baños fríos con temperatura controlada. Algunos incluyen guía profesional y protocolos específicos según el deporte que practiques.

En clínicas de fisioterapia avanzada: especialmente la crioterapia localizada, muy usada por fisioterapeutas para recuperación de lesiones articulares o tendinosas.


3. Baños de hielo: ¿qué hacen realmente?

Los baños fríos, se han convertido en una rutina esencial para muchos practicantes de Jiu Jitsu, grappling, lucha olímpica y MMA. No es una moda pasajera, es una herramienta poderosa para el rendimiento, la recuperación y la fortaleza mental.

¿Qué pasa en tu cuerpo cuando te metes en agua helada?

Cuando te sumerges en agua a temperaturas entre 4 °C y 10 °C, tu cuerpo entra en modo “supervivencia”:

Los vasos sanguíneos se contraen (vasoconstricción), lo que reduce la inflamación, se liberan hormonas como adrenalina, dopamina y noradrenalina, que activan el sistema nervioso y mejoran el estado de alerta. Y una vez sales del agua, el cuerpo se recalienta y se aumenta el flujo sanguíneo, llevando nutrientes frescos a los músculos.

Esto es clave para recuperarte más rápido, aliviar el dolor muscular y prevenir lesiones.

Beneficios de los baños fríos para luchadores

1. Reducción de inflamación y dolor muscular
Después de sesiones duras de sparring o drilling, los músculos están inflamados. El agua fría ayuda a bajar esa inflamación, reduciendo el dolor del día siguiente.

2. Mejora de la circulación
El contraste entre frío y temperatura corporal provoca un efecto de “bombeo” circulatorio. La sangre fluye mejor, oxigena más, y elimina toxinas musculares.

3. Fortalecimiento mental
Meterse en agua helada no es cómodo, y ahí está el poder: entrenas tu mente para mantener la calma bajo estrés. Esto te prepara para situaciones reales dentro y fuera del tatami.

4. Regulación del sistema nervioso
Los baños fríos calman el sistema nervioso simpático (modo pelea/huida) y activan el parasimpático (modo recuperación). Es ideal para dormir mejor y bajar revoluciones después del entrenamiento.

5. Potencial mejora en el estado de ánimo
Estudios muestran que el frío estimula la liberación de dopamina hasta un 250%. Muchos luchadores reportan un subidón de energía, claridad mental y motivación post-baño.

¿Cuánto tiempo y qué temperatura es ideal?

Si eres principiante, comienza con duchas frías o baños de 1-2 minutos y aumenta progresivamente.

  • Temperatura recomendada: entre 4 °C y 10 °C. No hace falta llegar al extremo absoluto.
  • Tiempo de exposición: de 3 a 10 minutos, según tu experiencia y tolerancia.
  • Frecuencia: 2 a 4 veces por semana es suficiente para notar beneficios reales.

Ten en cuenta: 

  • No hagas baños fríos justo antes de entrenar fuerte, pueden reducir temporalmente la potencia muscular.
  • Personas con problemas cardíacos o presión baja deben consultar con un médico.
  • Nunca lo hagas solo, especialmente si es tu primera vez.
  • No superes los 15 minutos, ni con bajas temperaturas ni sin supervisión.

¿Puedes hacerlo en casa?

Sí. Solo necesitas:

✅ Una bañera o contenedor grande
✅ Agua muy fría + bolsas de hielo
✅ Cronómetro
 ✅ Toalla y ropa abrigada para después

4. ¿Y la sauna?

Después de los entrenamientos intensos y el estrés físico de los combates, muchos luchadores buscan maneras de acelerar la recuperación, mejorar su resistencia mental y regular su cuerpo. Y ahí es donde entran las saunas: una técnica milenaria que hoy vuelve a estar en el punto de mira del alto rendimiento deportivo.

La sauna no solo es relajante. Usada correctamente, puede convertirse en un arma poderosa para mejorar el rendimiento físico y mental de cualquier practicante de artes marciales.

Estar en una sauna —a temperaturas entre 70 °C y 100 °C— provoca una respuesta fisiológica intensa. Aumenta la temperatura corporal, dilatando los vasos sanguíneos. Se activa el sistema cardiovascular, tu corazón puede alcanzar 120–150 pulsaciones por minuto, como si estuvieras trotando.

También aumenta la sudoración, eliminación de toxinas. Y surge la activación de proteínas de choque térmico (HSP), que ayudan a reparar tejidos musculares y a proteger las células del daño.

Beneficios de la sauna para luchadores

  1. Mejora de la recuperación muscular
    El calor profundo alivia la tensión muscular, acelera la eliminación de desechos metabólicos y ayuda a que el cuerpo se recupere más rápido tras entrenamientos exigentes.
  2. Aumento de la resistencia cardiovascular
    Usar la sauna regularmente puede mejorar la función cardiovascular, similar a hacer cardio ligero. Algunos estudios indican mejoras en VO₂ máx y resistencia al esfuerzo.
  3. Reducción del dolor articular y rigidez
    El calor penetra en músculos, tendones y articulaciones. Ideal para luchadores con molestias crónicas en rodillas, hombros o espalda.
  4. Control del estrés y mejora del sueño
    La sauna estimula la producción de endorfina y serotonina, relajando el sistema nervioso y ayudando a dormir mejor. Esto es clave para la recuperación y para estar mentalmente afilado.
  5. Aumento de tolerancia al calor y estrés físico
    Entrenar en condiciones duras —como rounds largos de grappling o un corte de peso antes de competir— exige resistencia mental. La sauna ayuda a fortalecer la mente, entrenándote a soportar el malestar físico.

¿Cuánto tiempo es recomendable?

No uses sauna inmediatamente después del entrenamiento si estás deshidratado o sin haber comido algo ligero. Quédate unos 15 a 20 minutos, 2 a 4 veces por semana, y después rehidrátate siempre con agua y electrolitos

  • Si tienes problemas cardíacos o presión baja, consulta a un médico antes.
  • Evita el alcohol antes o después de la sauna: aumenta el riesgo de deshidratación o bajada de presión.
  • Si sientes mareos, náuseas o malestar, sal de la sauna de inmediato.

¿Combinar sauna y frío?

Aquí es donde se vuelve realmente interesante. Muchos atletas están adoptando protocolos de hot & cold exposure, donde alternan:

  1. 5–10 minutos en sauna
  2. 1–3 minutos en baño frío
  3. Repetir ciclos (hasta 3 veces)

Esto provoca un efecto de “contraste” que estimula el sistema circulatorio, mejora la adaptación al estrés, fortalece el sistema inmune y acelera la recuperación.

¿Y la mente?

Estar dentro de una sauna, soportando calor y controlando la respiración, entrena la fortaleza mental. Muchos luchadores aseguran que les ayuda a mantener la calma bajo presión, algo crucial en competiciones o sparrings duros.

5. Beneficios reales para luchadores

✅ Disminución de dolores articulares

✅ Mejor recuperación muscular

✅ Mayor capacidad para entrenar más días a la semana

✅ Mejora del sueño (clave para recuperarse de verdad)

✅ Sensación de bienestar y relajación mental

6. Riesgos y errores comunes

- Usar baños de hielo justo después de entrenar fuerza → puede limitar adaptaciones musculares.

- Permanecer demasiado tiempo → el frío o calor extremo mal aplicado puede causar daños en la piel o mareos.

- No hidratarse correctamente después de la sauna → pérdida excesiva de líquidos.

- Confiar solo en esto y descuidar la nutrición o el sueño.

7. ¿Cuándo usarlos (y cuándo no)?

Úsalos si...

  • Has tenido un entrenamiento especialmente duro
  • Vienes de competir o hacer sparring exigente
  • Sientes sobrecarga o inflamación
  • Buscas mejorar tu descanso o recuperación general

Evítalos si...

  • Estás intentando ganar masa muscular (justo después del gym)
  • Tienes problemas de tensión o circulación
  • No has dormido ni comido bien (esto va primero)

Sirven y funcionan… si los usas bien.
Crioterapia, baños de hielo y saunas no son mágicos, pero sí herramientas valiosas para mejorar tu recuperación, reducir lesiones y entrenar más y mejor.

Combina estas técnicas con una buena alimentación, descanso y entrenamiento consciente y verás cómo tu rendimiento sube al siguiente nivel.

Muy buena pregunta — y perfecta para añadir más valor al blog sobre crioterapia, saunas y baños de hielo. Vamos a desarrollarlo en detalle, como un nuevo apartado para integrarlo o ampliar el contenido original:

8. ¿Por qué los atletas no usaban estos métodos antes?

Aunque hoy vemos a luchadores sumergidos en bañeras de hielo y compartiendo selfies en saunas como parte de su rutina, estas prácticas no siempre fueron comunes en el mundo del deporte, y mucho menos entre los luchadores.

Aquí te explicamos por qué:

Falta de información científica y accesibilidad

Hasta hace unas décadas, la recuperación no era un tema tan estudiado como lo es hoy. El foco estaba en el entrenamiento duro, en el “no pain, no gain”.
Términos como inflamación crónica, recuperación activa, o respuesta hormonal al frío/calor no estaban en el radar del atleta promedio ni de sus entrenadores.

Además, la infraestructura para usar estos métodos era limitada. Solo equipos profesionales o deportistas de élite tenían acceso a cámaras de crioterapia o instalaciones de recuperación con contrastes térmicos.

Durante mucho tiempo, "ser fuerte" significaba no quejarse, no descansar, no buscar alivio. Muchos luchadores crecieron en entornos donde pedir hielo era de “blandos”.

Esta mentalidad hizo que muchos atletas ignoraran los beneficios de técnicas de recuperación, incluso cuando empezaron a popularizarse.

Se subestimaba el valor de la recuperación

Antes se pensaba que el entrenamiento era lo único que importaba: más horas en el tatami, más sparrings, más rondas.

Hoy sabemos que sin una buena recuperación, no hay progreso real.
Es más: el cuerpo mejora durante la recuperación, no durante el esfuerzo.

Por eso ahora la crioterapia, los baños fríos o las saunas no son “modas” sino herramientas respaldadas por ciencia, especialmente útiles para deportes de contacto donde hay desgaste articular, golpes, y fatiga muscular constante.

Influencia de redes y atletas de élite

El auge de plataformas como Instagram y YouTube también ha tenido un papel clave. Ver a campeones de UFC, luchadores de BJJ o atletas de CrossFit compartiendo sus rutinas de recuperación ha normalizado y democratizado estas prácticas.

Ahora sabes qué hace Gordon Ryan, Israel Adesanya o atletas de la IBJJF para cuidar su cuerpo. Y eso motiva a miles a probarlo también.

¿Y tú?

Si aún no has incorporado métodos de recuperación como el frío o el calor a tu rutina, no lo veas como un lujo.
Piénsalo como parte del entrenamiento invisible que te permite entrenar más y mejor.

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¿Y tú? Has probado baños de hielo o saunas después de entrenar? ¿Notaste diferencia?
Cuéntanos tu experiencia o deja tus dudas en los comentarios 


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